Caracas12julio2015:- Luego de 15 años
marchando lamentamos tener que seguir diciendo que las personas Lesbiana,
Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales (LGBTI) en Venezuela están sometidas a discriminación,
tratos inequitativos y desiguales por la acción u omisión de actores estatales que
vulneran el derecho a gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales
sin discriminación, principalmente en lo relativo al trabajo, la salud, el
derecho a formar una familia y recibir protección por parte del Estado, y la
educación con igualdad de posibilidades.
En
lo que se refiere a los derechos civiles y políticos, vemos como son vulnerados
con crímenes de odio, privación arbitraria de la libertad y actos
de criminalidad que atentan contra el derecho a la vida y seguridad
personal, tratos denigrantes inhumanos en las prisiones, menoscabo de la
libertad de expresión, la libertad de reunión y asociación de los
defensores de derechos humanos LGBTI y la vulneración en el derecho a
formar legalmente una familia.
Cabe
señalar, que los actos de violación de los derechos de las personas LGBTI no
suelen ser reflejados en las estadísticas oficiales llevadas por las
instituciones del Estado. Los datos que se conocen no son exactos por la falta
de denuncias de las víctimas, quienes temen ser revictimizadas y la
desconfianza en el sistema de justicia.
Por
otra parte, el marco legislativo y normativo que prohíbe toda discriminación,
directa e indirecta, en escasas ocasiones hace mención a la orientación sexual,
identidad y expresión de género, situación que responde no sólo al
desconocimiento por parte de funcionarios y funcionarias del Estado de las
necesidades y situaciones de vulnerabilidad de las personas LGBTI, sino también
a la resistencia y presión que ejercen las confesiones religiosas dominantes y
grupos conservadores ante cualquier iniciativa dirigida a diseñar políticas
públicas y legislación orientada a reconocer y garantizar sus derechos. Se
impiden así las garantías necesarias para que las personas LGBTI estén en
condiciones dignas, libres de agresiones verbales y físicas, amenazas y
exclusión social, ya sea por parte de actores estatales o por actores no
estatales.
De
aquí, surge la necesidad de avanzar en
la formulación e integración dentro de los planes, políticas y toma de
decisiones con un enfoque pluralista que reconozca y afirme la
complementariedad e indivisibilidad de todos los aspectos de la identidad
humana, incluidos la orientación sexual, identidad y expresión de género. Así
mismo los agentes decisores del Estado deben afrontar el desafío de atender
toda práctica de discriminación, trato cruel, degradante y violaciones a la
integridad física y psicológica de las personas LGBTI que atentan contra el
disfrute de sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.
Por
ello, en el marco de la 15ta. Marcha del Orgullo LGBTI reiteramos la petición al
Estado para que adopte las medidas legislativas, administrativas, judiciales o
de otra índole que permitan reforzar la prohibición de las prácticas de estigma
y discriminación en razón de la orientación sexual, identidad y expresión de
género, en los servicios de salud, centros educativos públicos y privados,
puestos de trabajo y espacios públicos.
Asimismo,
solicitamos al Estado que garantice el acceso a la justicia y el debido proceso
sin discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género, con
el fin de sancionar la violencia, y las reparaciones
pertinentes; así como asegurar por medio de políticas públicas que las personas
LGBTI puedan gozar de todos los derechos económicos, sociales y culturales sin
discriminación en razón de su orientación sexual, identidad y expresión de
género.
Finalmente, seguiremos
insistiendo en que la Marcha Nacional del Orgullo LGBTI debe reconquistar su
carácter reivindicativo originario y acentuar la exigibilidad de los derechos
no reconocidos hasta ahora, promoviendo un activismo político autónomo con una
visión integradora, que garantice la pluralidad, alternabilidad y participación
de todas las organizaciones LGBTI, sin ninguna forma de discriminación de
carácter partidista.
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