Mientras hay países europeos como Polonia que parece que van avanzando en materia LGBT y que van saliendo del pozo en el que estaban, hay otros países que se resisten a salir de ese pozo. Según informa Amnistía Internacional, a partir del 16 de diciembre, hablar públicamente sobre la homosexualidad en Lituania podría tener como consecuencia el pago de una multa de 2.900 euros si finalmente llega a aprobarse la legislación que es una criminalización de la homosexualidad en toda regla.
Además de la prohibición de hablar sobre este tema, o lo que ellos llaman hacer apología de la homosexualidad, también estaría prohibido participar en actividades o en la propia marcha del Orgullo Gay, o incluso informar a alguien sobre derechos humanos y homosexualidad, organizar campañas sobre salud sexual, o montar un festival de cine gay. Es decir, Lituania quiere reducir a cero la visibilidad gay en la sociedad lituana.
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