Dos destacados especialistas en Sida de Canadá pidieron el fin de la prohibición global de donar sangre para los hombres que han tenido sexo con otros hombres.
Los expertos creen que esta medida está desfasada en relación a los avances científicos que se han producido y que el veto está reduciendo el número de donantes sanos potenciales cuya sangre podría estar salvando vidas.
Muchos países desarrollados mantienen una prohibición de por vida en las donaciones de sangre por parte de hombres que alguna vez tuvieron sexo con otros hombres, incluso si el encuentro sexual ocurrió hace muchos años.
La regulación fue introducida al comienzo de los años 80, cuando surgió la amenaza del Sida.
Ahora, en un artículo publicado en la revista de la Canadian Medical Association, Mark Wainberg y Norbert Gilmore afirman que los actuales procedimientos altamente cuidadosos utilizados para realizar tests de forma rutinaria harían muy difícil que la sangre infectada pasase estos controles.
Es hora, afirman, de desechar la vieja política de 'prohibición indefinida' y pasar a un sistema en el que se pida a los hombres que tuvieron relaciones sexuales con otros hombres esperar entre un período de uno y cinco años antes de donar sangre.
'La actual regulación es contraproducente en términos de pérdida de donantes, pero también en la pérdida de buenas intenciones, causa protestas universitarias, boicots de donantes, entre otros efectos negativos', escriben.
'Creemos que cualquier consecuencia negativa de un cambio en esta normativa será compensado con sus beneficios'.
Aquellos en contra de esta prohibición de por vida señalan que existen nuevas técnicas que permiten detectar la presencia del virus del sida, el VIH, en la sangre tan sólo 12 días después, en comparación con los de tres a seis meses que se necesitaban anteriormente.
Todavía quedaría salvar la cuestión de que existe un tramo de tiempo en el que la sangre infectada podría entrar en el sistema de forma inadvertida, pero es un riesgo muy pequeño.
Los expertos creen que esta medida está desfasada en relación a los avances científicos que se han producido y que el veto está reduciendo el número de donantes sanos potenciales cuya sangre podría estar salvando vidas.
Muchos países desarrollados mantienen una prohibición de por vida en las donaciones de sangre por parte de hombres que alguna vez tuvieron sexo con otros hombres, incluso si el encuentro sexual ocurrió hace muchos años.
La regulación fue introducida al comienzo de los años 80, cuando surgió la amenaza del Sida.
Ahora, en un artículo publicado en la revista de la Canadian Medical Association, Mark Wainberg y Norbert Gilmore afirman que los actuales procedimientos altamente cuidadosos utilizados para realizar tests de forma rutinaria harían muy difícil que la sangre infectada pasase estos controles.
Es hora, afirman, de desechar la vieja política de 'prohibición indefinida' y pasar a un sistema en el que se pida a los hombres que tuvieron relaciones sexuales con otros hombres esperar entre un período de uno y cinco años antes de donar sangre.
'La actual regulación es contraproducente en términos de pérdida de donantes, pero también en la pérdida de buenas intenciones, causa protestas universitarias, boicots de donantes, entre otros efectos negativos', escriben.
'Creemos que cualquier consecuencia negativa de un cambio en esta normativa será compensado con sus beneficios'.
Aquellos en contra de esta prohibición de por vida señalan que existen nuevas técnicas que permiten detectar la presencia del virus del sida, el VIH, en la sangre tan sólo 12 días después, en comparación con los de tres a seis meses que se necesitaban anteriormente.
Todavía quedaría salvar la cuestión de que existe un tramo de tiempo en el que la sangre infectada podría entrar en el sistema de forma inadvertida, pero es un riesgo muy pequeño.
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